«El juego de Álex», de David García, ha sido bien recibida por los lectores digitales

El juego de Álex es una historia de suspense y tensión ambientada en un pueblo abandonado del Pirineo aragonés.

David García Molina nacido en San Sebastián en 1981, pero afincado en Utebo, Zaragoza. Se define como escritor de vocación, historiador de formación y técnico sociocultural de profesión. Su primera publicación en 2007, Historia del Ayuntamiento de Utebo. Del s.XII al XIX. Con noticias acerca de otros antiguos núcleos de Zaragoza. Pero no es hasta junio de 2012 cuando presenta su primera novela El juego de Álex.

Por: Tania J. Baeza

En su blog se queja, o resigna, a la dificultad de que las editoriales publiquen a noveles. ¿Obtuvo muchas negativas en su búsqueda de editorial?
Mi intención no es transmitir una actitud plañidera. Tan solo quiero informar al lector de las causas que dificultan a las editoriales a publicar a autores noveles. No obtuve muchas, más que nada, porque solo envíe dos propuestas. Como conocía la situación de antemano, decidí no insistir, no perder el tiempo. Por fortuna, existen alternativas para que la obra llegue al lector.

¿Qué razón le dieron para no publicarla?
Ninguna. El mensaje fue escueto: “No estamos interesados”. Ni siquiera, me pidieron el manuscrito.

Muchos escritores se vienen abajo y abandonan cuando reciben varias negativas de editoriales. Sin embargo, usted optó por publicarla on line y de forma gratuita. ¿Fue una decisión muy pensada?
La tomé rápido. Como he dicho, no quería perder el tiempo, ni frustrarme con numerosas negativas. El juego de Alex, es una obra iniciática, de aprendizaje. No tengo interés económico con su difusión. Mi intención es que el público me conozca y que valore la obra. Para ello, he creado en el blog, una pequeña encuesta, en la que pido que me de su opinión. Es importante para un autor novel saber si los objetivos que se plantea en su obra se han cumplido. En este sentido, los correos que recibo con críticas  son muy valiosos.

Suponemos que no vive de la literatura. Por lo tanto, ¿cómo compagina su vida laboral con la literaria?
Cuando algo te apasiona  encuentras el tiempo necesario en cualquier periodo del día, para disfrutar, trabajar en ello. La clave es ser sistemático, disciplinado, saber organizarte.

La obra El juego de Álex está dedicada a sus sobrinos. Es una dedicatoria curiosa, normalmente es a los padres o la pareja. ¿Por qué a ellos?
Tenía que buscar un nombre para el protagonista que iba a dar nombre a la novela. Mi sobrino más pequeño  se llama Alex, así que me vino a la mente enseguida. Es un nombre corto, bonito. De modo, que me decidí por él. Sin embargo, tengo otros dos sobrinos menores, Adrián y Miren, cuyos nombres no aparecen en la trama. Para dejarles claro que todos ellos son igual de importantes para mí, y que los quiero igual, pensé que era buena idea dedicarles la novela. Por suerte, a mi novia le pareció bien…

Usted se ha encargado del diseño de la cubierta. ¿Fue difícil decidir cómo presentar su obra o tenía la idea bastante clara?
El mérito de la portada lo tienen las fotos de Astrid De Sas. Encontré en internet el trabajo que había realizado sobre Esco, el pueblo abandonado, donde se ubica la trama. Las instantáneas son realmente buenas, así que me puse en contacto con ella  y,  generosamente, me permitió utilizarlas. Entre ellas  tenía dudas de cuál escoger. Como en el comienzo del blog dividí la novela en tres partes, que se fueron publicando semanalmente, diseñe la portada de cada una de las entregas empleando una foto distinta. Después, pedí a los lectores que escogieran la foto que más les había gustado para la portada de la novela completa.

Desde que publicó su primera novela ha obtenido cierto feedback con sus lectores. ¿Nos puede contar que le dicen esos lectores?
La gran mayoría de las opiniones son positivas y me animan a seguir escribiendo. La principal crítica que expresan es que les ha parecido corta, que se quedan con ganas de leer más. Lo cual no me parece nada negativo, al contrario. Que un lector desee seguir leyendo  es una buena señal. Sin embargo, el porcentaje de comentarios o correos que he recibido es pequeño en comparación al número de descargas. Pienso que es por pudor aunque, como he explicado antes, las críticas son muy valiosas para mí. Por ello animo a los nuevos lectores a que me hagan llegar sus comentarios.

Su libro trata sobre un juego de rol. ¿Ha participado en este tipo de juegos? Si es así, ¿se basa en una experiencia real, ya sea al completo o algunos elementos de la misma?
No he participado en ellos. Tengo amigos que sí juegan a rol y,  muchas veces,  he escuchado sus debates o he presenciado partidas. De manera que para mí  son familiares las normas y dinámicas del rol. He de explicar, para aquellos lectores que no se sientan atraídos por este tipo de juegos, que la novela no se ciñe exclusivamente a ellos. La trama comienza y discurre con un juego de pistas. A partir de él  se van descubriendo las interrelaciones en una comunidad rural, las circunstancias históricas por las cuales un pueblo es abandonado; y por último, la obra intenta plasmar los vericuetos de la amistad entre unos jóvenes.

¿Seguirá intentando que una editorial publique su obra en papel u optará por la autoedición?
Si El juego de Alex es leído por un editor, le gusta y me propone publicarlo en papel, estaría encantado. Pero no es algo que me obsesione. El principal objetivo es que llegue al mayor número de lectores, sea en el soporte que sea.  De momento, con cerca de quinientas descargas, lo estoy consiguiendo. Además, si hubiera sido publicada en papel, seguramente su distribución hubiera sido limitada. Gracias al blog  lectores en más de quince países la han disfrutado, desde Islanda hasta Chile. De cara al futuro, para nuevos proyectos, creo seguiré el mismo criterio.

¿Qué supondría para usted ver su novela en las estanterías de las librerías?
Una buena noticia. De este modo, los lectores que prefieren la obra impresa y reniegan de la digital podrían acceder a ella. No obstante, incido en que no hay que obsesionarse. Muchos autores se desaniman al no encontrar editor, dejando aparcadas sus novelas, cuando, hoy en día, gracias a Internet existe la posibilidad de hacerla llegar a los lectores. Simplemente hay que concienciar al público de que la obra en papel no es siempre sinónimo de calidad. Creo que en las librerías existe el mismo porcentaje que en la red de libros que deberían quemarse en una pira.

Al no contar con el respaldo de una editorial, toda la promoción de su obra depende de usted. ¿Qué acciones está llevando a cabo para dar a conocer El juego de Álex?
La labor de promoción de alguien que se autoedita es de hormiguita. La principal acción  es enviar la información a blogs especializados, como el vuestro, que se hacen eco de los trabajos de nuevos escritores. Gracias a vuestra labor desinteresada nos pueden conocer más lectores. Próximamente, varios periódicos regionales de Aragón publicarán entrevistas que me han realizado. Eso también es muy importante. Sin embargo, la principal acción de promoción de la novela  escapa a mi control. Gracias a las recomendaciones de los lectores, bien a través del boca a boca o bien a través de las redes sociales, se consigue que el trabajo de un desconocido llegue a los hogares más recónditos. Es una pena  no poder agradecer personalmente  esa labor anónima.

En el libro, aunque de puntillas, se tratan temas como el paro o las dificultades económicas de las parejas jóvenes y la fuga de cerebros a Europa.  ¿Es su forma de hacer a los personajes reales?
Los personajes siempre están inmersos en un contexto histórico y social determinado. En cualquier género literario, creo que es necesario que éste quede reflejado, aunque sea de manera somera. Sin lugar a dudas,  dar esas pinceladas a los personajes, los hace más reales, los humaniza, ya que podemos comprender como el contexto externo afecta a sus vidas. Los personajes son construcciones ideales de individuos de carne y hueso. Si a cinco millones de españoles, sobre todo jóvenes, les afecta el paro, ¿cómo no iba a hacerlo a alguno de mis personajes?

La novela está ambientada en la zona de Huesca. ¿Pensó en algún momento otra posible ubicación para la historia?
Exactamente, Esco está situado en la provincia de Zaragoza, lindando con las provincias de Huesca y Navarra. Lo que ocurre es que al estar en el Altoaragón, la gente piensa que pertenece a Huesca. No podía ubicarla en ningún otro lugar. La explicación es sencilla: lo primero que me impulso en el proceso creativo fue la ubicación. Fue una casualidad. Hace un par de años estaba disfrutando de una escapada en el Valle del Roncal. De camino al Monasterio de Leyre me topé en la carretera con la silueta de Esco. Ni siquiera sabía de la existencia del pueblo. Conforme me acercaba a él  me dí cuenta que estaba abandonado y un impulso me hizo parar y visitarlo. Andando entre sus casas derruidas, tuve unas sensaciones indescriptibles. Me impacto el silencio, la soledad… Y éste impacto fue mucho mayor que cuando visité el pueblo viejo de Belchite. Allí se observa una violencia directa provocada por la brutalidad de la guerra. Sin embargo, la violencia que transmiten las ruinas de Esco  es diferente. Se percibe soterrada, tamizada, pero me caló mucho más, me marcó. Cuando volví a casa, empece a investigar qué había ocurrido allí y descubrí que la despoblación se había debido a la construcción del pantano de Yesa, en los años sesenta. Es curioso que nos escandalicemos de que en China se haya construido la presa de las Tres Gargantas, anegando decenas de ciudades y miles de pueblos, y desconozcamos que en Aragón la construcción de un embalse supusiera el acta de defunción de dos pueblos y la emigración forzada de unas mil quinientas personas. En la actualidad, el tema no está cerrado y, la posible ampliación de Yesa, amenaza al pueblo de Sigües, al recorrido del Camino de Santiago y a varios yacimientos arqueológicos. Es un drama, que aún como telón de fondo de la novela, quería plasmar.

¿Cuánto tiempo le llevó tener la historia acabada, desde que creo la trama en su mente hasta que decidió darla a conocer?
Tengo facilidad para teclear. Quizá en un mes y medio. Lo laborioso y lento vino después con las correcciones. Es necesario que pase un tiempo entre una y otra, para analizar con distancia y objetividad tu obra.

La novela se estructura en capítulos cortos, algo que agiliza la acción.¿Tenía pensada esta división cuando comenzó a escribir o fue el resultado de correcciones posteriores?
En efecto, desde el primer momento tuve claro que iba a estructurar así la novela para conseguir precisamente ese efecto.

Su novela ya está siendo leída por los internautas. Se puede decir que con ella su trabajo está ya acabado. ¿Tiene entre manos nuevas historias?
Todavía no está terminada. Está en proyecto traducirla al inglés, con el objetivo principal de que se convierta en un recurso educativo. Al ser una novela corta, de lectura amena y adictiva, eso dicen, permitidme la licencia de hablar así de mi obra, puede ser idónea como lectura en la asignatura de inglés, en los institutos. En cuanto a si tengo nuevas historias entre manos… pues ya he pensado el armazón de una nueva novela. En esta ocasión abordaré otro género, será más extensa y de mayor complejidad literaria. Solo os puedo adelantar que la escribiré con entusiasmo, intentando dar lo mejor de mí  y que espero que os guste.

Y, hablando de futuro, ¿qué piensa de la subida del IVA de los libros? ¿Será más difícil para las editoriales apostar por nuevos autores?
Pues, sin duda, es una mala noticia. Pienso que en esta situación de crisis  es difícil decidir políticamente donde aplicar recortes o aumentar gravámenes. A pesar de ello, considero que es un error. La cultura debe de dejar de considerarse como un bien de lujo, para que lo sea de necesidad básica. Si no se fomenta la cultura, la literatura, la educación, las sociedades se harán más pobres y precarias. En juego está el futuro de todos y de las nuevas generaciones. Si la lógica económica se cumple, ahora más que nunca comprendemos que la lógica existe poco en la economía; una subida de impuestos hará descender el consumo. No debemos olvidar que las editoriales son industrias culturales y tienen que ganar dinero para mantenerse. Al reducirse los beneficios es más que probable  que las inversiones que hagan las editoriales intenten minimizar, todavía más, los riesgos. Publicar a un autor novel es un riesgo. Espero que las editoriales mantengan su compromiso con la sociedad y sigan apostando, en la medida de lo posible, por los nuevos escritores. Quién no apuesta y se expone al riesgo nunca gana. Gabriel García Márquez necesitó  en una primera ocasión a un editor que confiara en él. Si no hubiera sucedido  todos nos hubiéramos perdido el resto de sus libros.

En su opinión, ¿qué medidas se podrían tomar para fomentar la apuesta por escritores desconocidos?
Concienciar y sensibilizar a los lectores de que hay muchos escritores desconocidos que merecen ser leídos. Si se demandan nuevos talentos, las editoriales comprenderán que la inversión está garantizada, querrán satisfacer a los lectores deseosos de ellos.

La forma más habitual para darse a conocer los noveles es participar en concursos literarios. ¿Qué opinión tiene de éstos?
Entre los puntos positivos están: que estimulan la creación, que proporcionan un sostén económico a los escritores profesionales que atesoran gran calidad, pero pocas ventas o que son una manera de conseguir relevancia y prestigio para los escritores no conocidos. Entre las consecuencias negativas: que provoca la competitividad entre escritores, algo que es nocivo para la creación y que puede dar lugar a cierto clientelismo, sobre todo en los certámenes con premios importantes.

Antes de pasar a hablar de usted como lector, nos gustaría conocer su proceso creativo. ¿Tiene manías o rutinas a la hora de escribir?
Ninguna. Si caes en ellas, ¿qué ocurre cuando no puedes cumplirlas? ¿Te bloqueas y dejas de escribir?

Y ¿qué debe tener una obra para captar su atención como lector?
Que me provoque sensaciones; que tenga un estilo propio, novedoso; que aporte reflexiones interesantes; que considere al lector inteligente y, a poder ser, que este aderezada con humor.

Si una obra tiene todos esos ingredientes, pero no le acaba de enganchar… ¿es de los que acaban los libros o los abandona para buscar otra historia?
Antes era de los que siempre se acababan los libros, sin embargo, cada vez me retiro más de la lectura  si no acabo de conectar con la obra. Aunque también se puede aprender mucho de un libro malo  para no incurrir en los mismos errores.

Para acabar, ¿puede recomendar un libro a los lectores de De lectura obligada?
No habrá más enemigo de Sergio del Molino. Es un libro valiente, con episodios realmente brillantes.

Podéis descargar la novela aquí.
Encontraréis al autor en Twitter si buscáis a @Davidgarmolina.

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Publicado el agosto 16, 2012 en Entrevistas, escritores, España, Europa, Guipúzcoa, Inicio, Zaragoza. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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