«Las etiquetas literarias son injustas, inciertas y sobre todo, trasnochadas»

Carmen Amoraga es la ganadora del Premio Nadal 2014 con su obra La vida era eso. 

Por: Tania Baeza

Amoraga recibe el premio de Ana M. Matute (EFE/ Toni Garriga)

Amoraga recibe el premio de Ana M. Matute (EFE/ Toni Garriga)

La actualidad manda. ¿Cómo reaccionó al conocer que era la ganadora del Premio Nadal 2014?
Con muchos nervios, con mucha emoción, con mucha alegría, con mucha satisfacción… Fue un momento mágico, precioso, lleno de sentimientos.

Conquistado uno de los reconocimientos más importantes para un escritor, de los que se otorgan en España, ¿cuál es la siguiente meta?
Seguir escribiendo. Escribir es la meta.

La vida era eso, obra por la que ha conseguido el galardón, habla de las relaciones personales en la actualidad, una época en la que las redes sociales tienen un papel importantísimo en esas relaciones. ¿Cómo surgió esta historia?
Las redes sociales han revolucionado la forma de comunicarnos, de la misma forma que en su momento lo hizo la aparición del teléfono. Todo pasa aquí y todo pasa ahora, no hay espacio ni tiempo. Eso, bien utilizado, me parece brutal. Y eso fue lo que hizo la madre de una amiga de mi hija mayor, hoy una de mis personas más queridas, cuando su marido falleció repentinamente, repentinamente a pesar de tener una grave enfermedad. Ella es argentina, estaba relativamente sola aquí con sus dos hijas, su marido era muy activo en Facebook y le pidió que escribiera por él en su perfil, y al morir, continuó haciéndolo. Ella utilizó esta herramienta como terapia, porque contar lo que te está ocurriendo, compartir tus sentimientos, tiene un efecto terapéutico que no te cura, pero que atenúa en cierta manera el dolor.

Cuando se va descubriendo la vida digital del personaje, por describirlo de algún modo, el lector puede empezar a dudar de las personas que le rodean y de sus posibles segundas vidas. ¿Alguna vez ha pensado en ello?
En general, pienso que sabemos muy poco de las personas que nos rodean real y virtualmente hablando. El ser humano tiene muchas caras, muchas aristas, y mostramos tan solo una parte de nosotros mismos, la que nos hace quedar mejor.

Ahora tendrá una buena cantidad de citas promocionales y encuentros con lectores en su agenda. Por si nuestros lectores pudieran acercarse a alguna, ¿sabe las próximas fechas?
En este momento, aún no, estamos cerrando todavía muchas cosas…

En esos actos el escritor entra en contacto con sus lectores, ¿qué es lo que más le gusta de esos encuentros?
Que compartan conmigo los sentimientos que les ha provocado leer mi novela. Eso me parece mágico.

Suponemos que ya está trabajando en próximos proyectos. ¿Qué podría contarnos de ellos?
De momento, aún no he empezado a trabajar, está todo muy reciente. Sí hay varias ideas que me dan vueltas por la cabeza y que tratan de lo que tratan, en esencia, todas mis novelas: de nuestra manera de relacionarnos con los demás y con nosotros mismos.

Vamos a conocer un poco más a Carmen Amoraga. Usted estudió Ciencias de la Información, por lo que el amor a la palabra le viene de lejos, pero ¿cuándo se dio cuenta que se le daba bien escribir?
No fui consciente en ningún momento de que se me diera bien… sólo de que escribir me hacía tan feliz….Y eso pasó pronto, muy pronto. Siempre estaba fantaseando, contando cuentos, escribiéndolos, haciendo discursos para la clase…

¿El siguiente paso fue querer ser escritora?
Es que pensar en ser escritora era como pensar en ser astronauta. Me pacería que querer ser escritora era, aparte de imposible, pretencioso. Quise ser periodista porque me parecía lo más parecido, valga la redundancia.

Premio Nadal

Premio Nadal

Los lectores y la crítica definen su estilo como comprometido, ¿cómo lo define usted?
Yo no creo que mi estilo sea comprometido. Yo soy una persona comprometida, pero como escritora, mi único compromiso es tratar de hacer la mejor novela que sea capaz de escribir en ese momento. Y no sé si es un estilo, pero me gusta escribir sobre las historias corrientes de las personas corrientes en las que cualquiera puede verse reflejado. Soy una escritora de historias pequeñas, que al fin y al cabo, son las que acaban formando la historia grande.

Y, algunos, enmarcan sus novelas dentro de la literatura para mujeres. También estaba dentro de este subgénero El tiempo entre costuras. Sin embargo, su adaptación televisiva la ha seguido más de 4 millones de personas. Y no todas deben ser mujeres. ¿Qué opinión tiene sobre esas etiquetas?Que son injustas, inciertas y sobre todo, trasnochadas. Hablar de literatura para mujeres, de literatura de mujeres, en este momento es tan arcaico que me parece ridículo. Tenía sentido hacerlo cuando las mujeres no podían leer ni escribir y vivían un mismo mundo ya vivieran y escribieran en Inglaterra que en Galicia. Las hermanas Brönte, Jane Austen… Pero ¿ahora? Ya puestos, que instauren etiquetas como: literatura de y para morenas, literatura de y para chicas que llevan gafas… y siempre como un subgénero, como un género menor…

 Ya que hemos hablado de una adaptación televisiva. De todas sus novelas, ¿cuál cree que es la más televisiva? ¿Por qué?
Creo que cualquiera. Todas son muy visuales. Las visualizo como fotografías de un momento de nuestro tiempo.

LA LARGA NOCHEY, ¿ha habido alguna cadena o productora que haya mostrado interés por alguna de sus obras?
Sí, con “La larga noche”, pero no llegó a materializarse porque era un proyecto de coste elevado.

Seguimos hablando de televisión, pero en un tono más triste. Como hemos dicho usted es licenciada en Ciencias de la Información. Su profesión la llevó a colaborar con Canal 9 y Ràdio 9. ¿Cómo vivió usted el momento de su cierre?
Con una tristeza y una indignación infinita. Pero no como periodista, no por haber trabajado allí, no porque mi marido y mis mejores amigos estuvieran allí, sino como valenciana, como miembro de una sociedad a la que le han robado un derecho reconocido en nuestra constitución, que es nuestro Estatuto de Autonomía. Los y las valencianas tenemos derecho a un medio de comunicación público, a un servicio público en definitiva. Por eso quise recoger el premio Nadal con la chapa que reivindicaba su vuelta.

Volviendo a la literatura, ¿qué escritores diría que han influido en su forma de escribir?
Al final todo lo que lees te influye, la lectura es el camino de aprendizaje para la escritura. Leyendo a otros autores aprendes lo que te gusta y lo que no te gusta, pero tienes que acabar encontrando tu propia voz y para eso hay que escribir como se es.

El-diario-de-Ana-Frank

Libro que más ha marcado a Carmen Amoraga

Hablamos ahora de usted como lectora, ¿recuerda algún libro que le haya marcado especialmente?
Quizá el Diario de Ana Frank. Con él aprendí el poder mágico y terapéutico de la literatura para quien lee y para quien escribe.

A la hora de buscar una nueva lectura, ¿en qué se fija?
En si conozco al autor o autora, en el afecto que le tengo o no le tengo, en lo que me han gustado sus obras anteriores, en la contraportada, en la portada… en lo que todo el mundo, imagino.

Para acabar, ¿qué libro recomendaría a nuestros lectores?
¿Con sinceridad? Cualquiera. Lo importante es leer.

Publicado el enero 22, 2014 en Entrevistas, escritores, España, Europa, Inicio, Valencia y etiquetado en , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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