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Hablamos con Pedro Aranda, uno de los finalistas en la categoría mejor novela del Certamen Cartagena Negra

El escritor es un convencido antietiquetas literarias y apuesta por buenos libros para llegar a los lectores

cartagena de hoy

Fuente: Cartagena de hoy

¿Cómo explicaría la sinopsis de El ruido que nos separa a nuestros lectores?
Básicamente, El ruido que nos separa profundiza en todas las cosas, algunas disparatadas, que hace la gente para tratar de olvidar aquello de lo que se arrepiente, o al menos de convivir de la mejor manera posible con ello. Algunos personajes, eso sí, no se arrepienten para nada, y otros, en su lucha por olvidar ese pasado que les atormenta acaban realizando una serie de actos que derivan en situaciones que yo diría que rozan lo absurdo. Me estoy acordando ahora del caso del auditor norteamericano, criado en el seno de una familia conservadora bajo una estricta educación, que realiza inspecciones por países asiáticos y al que sobornan con una prostituta para cambiar el resultado de su informe. Y el tipo se termina planteando si acaso la vida no es algo más que todos esos principios que ha seguido de una manera tan inmaculada durante todo este tiempo y si, por tanto, no ha hecho otra cosa más que perder su vida. Y al final, de una manera más o menos evidente o directa, hay un combate de boxeo que centra el argumento de casi todas las historias, aunque he de decir que, en realidad, el boxeo como tal, está presente muy poco en el libro. Es, más bien, un decorado. Todo eso salpicado con asesinatos, venganza, traiciones y cruces inevitables de destino. Para resumir, le diría que es un libro de violencia y amor al mismo tiempo.

La obra está formada por un conjunto de historias, personajes y épocas. ¿Fue complicado entrelazar todos los elementos que forman El ruido que nos separa?
No tanto, quizás un poco al principio hasta que logré ubicar a todos los personajes. Y una vez que supe lo que eran capaces de hacer, la historia fluyó sola. Digamos que, en mi caso, no empecé con la historia y luego fui desarrollando los personajes, sino que fue justamente al revés, primero me dediqué a conocer a los personajes y cuando sabía en qué eran buenos, les di el papel con lo que tenía que hacer cada uno. Si esto fuera un equipo de fútbol y yo, por tanto, fuera el entrenador, no es que llegara al club y le dijera al presidente: “quiero jugar de esta forma, y para eso necesito a estos jugadores”, sino que llegué, vi entrenar a la plantilla que tenía y ahí fue cuando me di cuenta de que cualquier persona es capaz de cualquier cosa en cualquier momento. Que hasta el más fiero de los boxeadores es capaz de bailar canciones de amor. O, lo que es lo mismo, que el lateral izquierdo es capaz de meterme goles y lo puedo poner de delantero. Y así ha salido lo que ha salido.

¿Qué le llevó a elegir esta estructura fragmentaria para su novela?
La poca constancia y coherencia que tengo con todo lo que hago en mi vida. Creo que haber escrito todo del tirón habría acabado con mi paciencia y hubiera terminado por abandonar el libro, sinceramente. Quiero decir, no es que escribiera las historias del tirón y luego las fragmentara. La disposición con la que salen en el libro es tal cual las escribí. Intencionadamente dejaba una historia parada en un momento dado y me ponía con otra que no tenía nada que ver, antes de volver a la anterior. Y el motivo fundamental era para no aburrirme mientras escribía y, por tanto, para mantener la intensidad y la calidad a lo largo de todo el capítulo. Yo ya sabía cómo iban a terminar cada una de esas historias, así que las paraba cuando lo consideraba oportuno, como esas series de televisión que vemos ahora y en la que nos dejan con ganas de más cuando termina un capítulo. Espero no haber sonado demasiado presuntuoso. Lee el resto de esta entrada

#Entrevista a Alberto Atienza por ‘El despertar de las lechuzas»

La novela ha sido publicada por  Célebre Editorial, con la que Alberto Atienza está muy contento

¿Cómo surgió El despertar de las lechuzas?
IMG-20200304-WA0018Es una novela de maduración lenta. La historia surgió hace ya bastante tiempo. El germen surgió tras una conversación sobre el paso del tiempo que tuve con una persona muy querida que falleció poco después. Tras ese germen, tanto la historia como los personajes fueron cobrando vida en mi imaginación y mi corazón de una manera impetuosa, como si una vez imaginados me impulsaran o, de algún modo, me obligaran a darles forma a través de palabras escritas que sustituyeran a mis pensamiento. Se ve que mi imaginación era demasiado pequeña para ellos y querían que yo no fuera el único en conocer su historia. Como ve, tengo un gran amor pos los personajes de esta historia

Para que los lectores conozcan la historia, ¿qué destacaría como sinopsis?
La novela se abre con una pregunta: ¿Qué estás dispuesto a hacer por amor? Esa es la primera fase, escrita con toda intencionalidad, pues esta es la gran pregunta que envuelve la obra y que todos los personajes deben responder de un modo o de otro. A lo largo de la novela trato de sorprender constantemente al lector y de entablar una suerte de diálogo con él. Trato de que también el lector se vea de algún modo interpelado para responder no solo a esta pregunta, sino a otras preguntas que considero de gran trascendencia. A lo largo de la novela se trata de temas como la homosexualidad, el sacrificio, el odio, la muerte… y trato de que el lector se vea obligado a responder a la cuestión de qué harías tú en este caso.

Nos resulta curioso el título de su obra, ¿qué le llevó a elegirlo?
Es difícil explicarlo sin caer en un spoiler, pues la novela guarda unas cuantas sorpresas bastante inesperadas y todas guardan relación con el título. En todo caso, es el titulo que elegí casi desde el momento en que comencé a escribirla. Creo que no podía titularse de otra manera. Esa invitación a despertar trato de proponérsela no solo a los personajes sino al lector (y, como decía Mayra Gomez Kemp en el Un, Dos, Tres, hasta aquí puedo leer. Lee el resto de esta entrada

‘Los malos consejos’ de Pablo Vázquez nos invitan a recuperar la senda de lo irreverente y políticamente incorrecto

Además de obras literarias, también ha firmado los guiones de películas como  Summertime (2012), Faraday, Amor Tóxico (2016), Los jardines prohibidos (2018) y Desmadre en la noche de la quietud(2013). No te esfuerces, si no estás puesto en la contracultura audiovisual no las conocerás, pero esta entrevista te puede servir de calentamiento antes de un maratón de cine.

81SKZUzBqVLAntes de empezar a hablar del libro, para que nuestros lectores tengan más información, ¿nos puede explicar de qué tratan las historias recogidas en este libro de relatos?
Pues son relatos viscerales, muy adolescentes, también muy relacionados con una cultura cinematográfica, literaria y pop. Planteé el libro como un proceso de descubrimiento, aquel que nace en la adolescencia y que tiene mucho que ver con la fascinación por lo prohibido y la pérdida de la inocencia. Podríamos decir que son relatos escritos por un niño, pero un niño que despierta a una vida icónica, figurada, representada por una serie de ideas y sensaciones que prometen un mundo maravilloso que en el fondo no tiene nada que ver con la realidad. A partir de ahí, hay de todo: horror, estupor, sorpresa, sexo, amor, humor, drama. Luego la realidad se encargará de enterrar todo ese empuje y descubrir la mentira, domesticar ese gusto por la idealización del mal, el vicio y la degeneración como escape de la rutina , pero eso ya sería otra historia. En el libro prefiero quedarme con la idea de la construcción de ese mundo fantástico.

Ahora sí, hablemos del proceso creativo. ¿Cómo nace Los malos consejos?
Pues nace de mi experiencia personal, de mi pasión por el cine de bajo presupuesto, los libros malditos y la cultura popular. En ese sentido el libro tiene mucho de ensayo y cada relato abraza un género concreto de aquellos que tuvieron importancia para mí; más que géneros son conjuntos de cosas, de emociones despertadas por la fascinación por las imágenes. La imagen como droga y combustible, también. Pretendía que fuera un libro agresivo, muy personal y llamativo, pero a la vez tierno e incluso algo ingenuo, capturar la esencia de cómo se ve la vida con 16/17 años y un montón de puertas prohibidas se abren a tu alrededor. El libro se sumerge de lleno en cada una de estas tentaciones, con los ojos vendados, y en ese punto tiene mucho de sadeano también. Sólo que mi Sade particular va al instituto y le encanta El club de los cinco, y si yo tuviera veinte en lugar de cuarenta años, supongo que no se perdería un capítulo de Élite. Lee el resto de esta entrada

‘Pequeñas criaturas’ una novela policíaca ambientada en España

Escrita a 4 manos por Noemí Calabuig y Manuel Navarro seguro que te hará pasar un rato entretenido tratando de resolver todos los interrogantes del caso

portadaEmpezaremos yendo al grano. ¿De qué trata Pequeñas criaturas?
Navarro: Pequeñas criaturas es un whodunit, es decir, una novela cuya trama gira en torno a la investigación de un crimen, a la búsqueda de un criminal. En este caso, de un asesino. Un hombre aparece muerto mirando al mar, en una tumbona. Hemos intentado, sin embargo, que tenga mucho más: tramas secundarias, algo de humor y aventuras, personajes extraños…

Noemí: Se presta especial atención a los motivos que los sospechosos tenían para asesinar a la víctima. Y, en concreto, para hacerlo delante de un grupo de personas sin que ellas se den cuenta de que ese hombre que descansa en una tumbona del jardín mirando hacia el mar, en realidad está muerto. El carácter de los personajes y las relaciones que existen entre ellos cuentan más de una historia e intensifican el interés por la trama.

Una cosa que destacamos es que su novela está ambientada en España. Algo reseñable ahora que muchos autores jóvenes españoles deciden ambientar todas sus historias fuera de aquí y con personajes muy anglosajones. ¿Por qué Granada?
Noemí: Creo que el ambiente en el que se desarrolla la historia es tan esencial como la psicología de los personajes y la trama. Es una de las cosas que más perdura después de leer una novela. Puede que muchas veces no te acuerdes de los detalles; a veces, incluso, hasta te cuesta recordar quién era el asesino y por qué lo hizo, pero a menudo lo que te deja una huella significativa en la memoria es la atmósfera. En Todo lo que sé sobre novela negra, P. D. James asegura que su fuente de inspiración suele ser un lugar. Pues bien, a nosotros nos pasa igual. Un verano pasamos las vacaciones en un hotel de Almuñécar y sentimos que ese era el lugar adecuado para ubicar uno de esos asesinatos de ficción que tanto nos interesaban. El Cortijo de la luna, pues así es como se llama el hotel, está en lo alto de una montaña y para acceder a él solo solo hay una carreterita muy estrecha, empinada y llena de curvas. En el jardín hay una piscina y unas cuantas sombrillas y tumbonas orientadas al mar y al precipicio. Lo curioso era que no había ninguna valla o muro para impedir que alguien pudiera tropezar y caer desde el jardín del hotel. Esa era la razón por la cual se desaconsejaba la estancia de niños pequeños. Enseguida supimos que aquel era el lugar ideal para una novela policíaca y que el propio cortijo sería un personaje del libro.

Navarro: Respetamos mucho, no obstante, la opción de ambientar la novela en lugares distantes. Sobre todo en este género. Recordemos que su fundador, E. A. Poe, no sitúa los Crímenes de la Rue Morgue en Boston, su ciudad, sino en París, un lugar lejano para un estadounidense del siglo XIX, con todas las connotaciones que son de sobra conocidas. Esto es así porque Poe no quiere construir una narración realista, sino fantástica e intelectual. Esta es la línea que nos gusta, pero hemos considerado que se puede seguir también en ámbitos geográficos cercanos. Ambas opciones pueden ser acertadas. Hay muchos ejemplos. Lee el resto de esta entrada

‘Desde la más estricta soledad’ es la propuesta poética de un joven

Omar Fonollosa nos habla de sus poemas y de los planes de promoción postcoronavirus

LIBRO¿Qué tipo de poesía encontramos en su poemario?
Bueno, aunque pueda resultar pretencioso por mi parte hablar de mi propio libro, yo creo que se trata de una poesía fresca, cotidiana, trato de explicar y de poetizar situaciones y experiencias que a todos y a todas nos ha tocado vivir o nos tocará vivir. Son poemas que hablan de desamor y de amor, también hay alguno de dedicado a personas especiales en mi vida, y uno que habla sobre la memoria histórica.

Para que los lectores lo sepan, ¿cómo definiría su estilo literario?
Mi estilo literario es muy muy libre, aunque utilizo los sonetos como entretenimiento literario, donde más cómodo me siento en en el verso libre. Pretendo renovar constantemente los recursos literarios, no me gusta usar las metáforas clásicas de la poesía, renuevo, reinvento.

Todos los escritores suelen tener referentes claros. ¿Nos puede hablar de los suyos?
Mi principal referente, mi modelo, mi matriz es Joaquín Sabina, no hay ni habrá nadie como él, maravilloso; sus amigos Benjamín Prado y Luis García Montero así como la novelista Almudena Grandes y el gran amigo de esta pandilla, Ángel González. También me fascina Cortázar y Benedetti, Pizarnick, Begoña Abad… Walt Withman y Emily Dickinson son espléndidos. La canción tiene mucha importancia para mí, el ínclito Javier Krahe y la única Rozalén también son de vital relevancia.

Llama la atención su juventud, 19 años. ¿Quién despertó su interés por la escritura en general y la poesía en particular?
Mi padre fue la primera persona que me descubrió las canciones de Sabina cuando yo tenía diez años, desde entonces empecé a escribir sonetos a modo de entretenimiento y para intentar asemejarme a él. Un par de años más tarde me lancé al verso sin libre sin abandonar, en ningún momento su gran influencia. En mi casa siempre se ha leído y siempre he encontrado en los libros un refugio del a veces hostil mundo. Lee el resto de esta entrada

‘La manera’ una novela distópica en la que un grupo de jóvenes luchan por su futuro

Hace un par de años entrevistamos a Serena Simón por la publicación de su ópera prima, Delirios y Desvelos. En este tiempo la joven de Cox (Vega Baja, Alicante) ha seguido escribiendo y ahora promociona La manera.

La maneraPara quienes no conozcan La manera, ¿qué nos puedes contar sobre tu novela?
Es una novela ‘atípica’ según me han comentado los primeros lectores. Reconozco que no sigue los moldes habituales de una novela, y eso lo noté sobre todo a la hora de buscar un género donde enmarcarla. Creo que es difícil ceñir la historia exclusivamente en un solo género. Además de los elementos de fantasía, yo diría que también tiene un componente reflexivo que es lo que la aleja de la fantasía mágica a la que estamos acostumbrados.

¿Puede explicarnos algo del mundo donde se desarrolla la historia? ¿Se ha inspirado en otros mundos literarios?
En general, la historia se desarrolla en el marco atemporal de una realidad distópica e imaginaria. En un conflicto bélico, un grupo de jóvenes quieren luchar por su futuro en mitad de ese mundo dividido en dos, a la vez que se enfrentan dos modos de vida: la libertad en rebeldía, y el orden a cambio de seguridad en un imperio. En cuanto al hecho de inspirarme, me he inspirado más en el mundo real que en otro literario. Viajé mucho en esa época de escritura de la novela y el contraste lógico entre la zona de donde procedes y una nueva y extraña a ti me sirvió de base para recrear dos mundos y civilizaciones distintas.

Respecto a los personajes, ¿qué podemos esperar del grupo de personajes de su obra?
He procurado perfilar muy bien la personalidad de cada personaje, puesto que es decisivo para desarrollar la acción cuando buscas una narración muy dinámica y en capítulos breves a modo de escena cinematográfica. Hay dos personalidades casi opuestas para invitar a la reflexión: una joven líder por un lado de personalidad rebelde y antisistema, pero fuerte y temperamental; y un joven líder, por otro lado, de carácter templado pero obediente y frágil. Hasta que al final ambos irán evolucionando según la acción. Lee el resto de esta entrada

‘Sentencia en Tormes’ es la novela histórica presentada por Miguel Rodríguez

La historia se desarrolla en la Salamanca del siglo XIX y con ilustres personajes

María Rodríguez

Fuente: Miguel Rodríguez

¿Cómo surgió Sentencia en el Tormes?
Sentencia en el Tormes nació como un reto personal. Siempre me ha gustado leer e imaginar historias, pero nunca me había sentado delante del teclado para desarrollar una trama, con sus personajes, sus giros, su intensidad narrativa… por lo que un día decidí que iba a escribir una novela para ver si realmente era capaz de hacerlo.

Para los seguidores de nuestro blog, ¿cómo resumiría la historia?
La historia gira en torno a la figura de Rodrigo, que es un joven lisiado al que una traición durante la guerra de la independencia le hizo perder todo lo que le importaba. Ahora malvive en la cripta de una iglesia de Salamanca, ciudad donde transcurre la trama, contando solamente con el apoyo del anciano párroco de la iglesia y de dos prostitutas de la ciudad. Todo su mundo cambia al conocer la llegada de un antiguo pintor de corte a Salamanca, renovando su sed de justicia ante su última oportunidad para redimirse. A lo largo de la historia personajes reales se entremezclan con los ficticios llevando a Rodrigo a la encrucijada de decidir si vale la pena arriesgarlo todo por su venganza o intentar olvidar los fantasmas del pasado.

¿Cómo se imagina a los lectores de Sentencia en el Tormes?
No tengo un prototipo fijo de lector de esta novela. Creo que cualquier persona puede disfrutar de ella, desde adolescentes a los que atraiga su aspecto más dinámico a personas adultas que quizá valoren más sus temas centrales —amor, odio, venganza, amistad—, típicos de una novela de aventuras. Es una historia que puede enganchar a cualquiera.

¿Con qué sensación le gustaría que quedaran esos lectores al acabar de leerla?
Espero que entiendan el viaje que hace Rodrigo según se desarrolla la historia, y comprendan el porqué de sus decisiones. Por ello la sensación debería de ser conclusiva, de satisfacción al leer las últimas frases de la novela.

La novela está ambientada en la Salamanca del s. XIX. ¿Siguió algún proceso documental para que nada chirriara en su historia?
Leer mucho, revisar planos, pasear la ciudad, tomar notas… Al ser salmantino jugaba con ventaja, y además en casa disponía de una gran cantidad de libros que me permitieron hacerme a la época con solidez.

En Sentencia en el Tormes aparecen personajes reales, ¿son recursos para dar cierto rigor histórico o tienen un papel relevante en el desarrollo de la obra?
Los hay protagonistas y los hay que forman parte del telón de fondo de la novela, que sirven para dar un toque de autenticidad a la narración y que creo que pueden ayudar a que el lector se meta más aún en la historia. No obstante hay varios personajes como Arthur Wellesley, el duque de Wellington, o el guerrillero Julián Sánchez “el Charro” que juegan papeles claves.

¿Tiene algún interés personal en esta época?
El interés principal fue que se trataba de una época en la que en Salamanca ocurrieron varias cosas interesantes, con la ocupación francesa, la batalla de los Arapiles, la participación de Julián Sánchez como guerrillero… Todo esto me sirvió para poder encontrar huecos en los que situar a los personajes ficticios y reales y encontrar hechos históricos que no se conoce a ciencia cierta cómo ocurrieron para aprovecharlos en mi novela. Lee el resto de esta entrada

Laura Sala nos presenta ‘Tara’, una historia de defectos.

La autora se reconoce en un estilo onírico e intimista, como el de su referente Tim Burton

carena

Fuente: Ediciones Carena

Para que el público tenga esta información de primera mano, ¿cuál es la sinopsis de Tara?Una historia de defectos. Un viaje que no termina. Unas cenizas que no encuentran reposo. Una pareja que se cuestiona. Una casa colgada en un acantilado. Unos personajes imperfectos. El abandono. Una huida al pasado. Un coger las riendas de la propia vida. Un no saber hacerlo. Una separación. El amor. Un lugar donde quedarse.

¿Qué es la vida sino una gran tara? ¿Cómo se enfrenta uno al miedo? ¿Y al perdón? ¿Cuánto queremos? ¿Cómo queremos? Estas son algunas de las preguntas que intenta responderse la protagonista de esta historia, en un viaje que la llevará a dejar a su pareja en una casa medio abandonada, repleta de taras, obligándola a cuestionar las suyas propias, las de su entorno y las de su relación. ¿Qué somos sino una suma de nuestras taras? Ellas nos forman y de ellas queremos desprendernos a cada momento, aunque no lo consigamos.

Lo primero que llama la atención al conocer su obra es el título. Se trata de una palabra ambigua que, sin conocer la temática, puede interpretarse de varias formas. ¿Qué le llevó a elegir este título? ¿Barajó otras opciones?
El título lo tuve claro antes de empezar a escribir nada, porque realmente quería escribir de las taras, las taras entendidas como defectos, como imperfecciones, como algo muy personal que aflora de repente. Lo he llevado al terreno psicológico, pero también he creado personajes con taras físicas porque toda tara tiene un punto de molestia, de incomodidad, y en ese ámbito me quería poner. En el del dedo en la llaga.

¿Cómo fue el proceso de creación? ¿Hubo grandes parones?
Mi proceso de creación fue muy rápido, demasiado diría. El premio exigía terminar la novela en 6 meses y al final acabó incluso siendo antes por temas de imprenta y demás. Así que diría que en unos 5 meses la terminé. Fue difícil, sí. Y hubo parones creativos, y crisis, y el no saber si iba bien, pero el secreto siempre está en seguir y luego ya veremos. Al final, se trata de una obra muy personal escrita con total libertad, con un poco de presión por la fecha de entrega, pero eso también te obliga a avanzar, a no divagar, a seguir aunque haya dudas.

Hablamos ahora de su estilo literario. ¿Cómo lo definiría usted? ¿Quiénes son sus referentes literarios?
Mi estilo diría que es un poco poético, onírico, realista, irónico también. Hay un poco de mezcla porque para hablar de temas que duelen o recurres a la poesía y a la ironía o cuesta. Mis referentes son muchos, y no solo literarios, creo que hay mucha imagen en mi cabeza. La imaginación de Miyazaki, el universo de Tim Burton, lo surrealista de Michel Gondry, lo cotidiano de Woody Allen, todo mezclado me parece explosivo. Y luego literario pues Amélie Nothomb me gusta mucho su ironía, Patti Smith, su proximidad, los cuentos de Chéjov tan bien construidos, Szymbroska, una de mis poetas preferidas, Ginzburg también… en fin, tanto…

También es llamativo que defina los personajes como imperfectos. ¿Quiénes fueron sus modelos para crearlos? ¿Algún conocido suyo se reconocerá en un personaje?
Bueno es lo que te comentaba, que tara ya es una imperfección y en el fondo qué somos todos sino las sumas de nuestras taras? Mis modelos, la vida misma y claro que hay referentes cercanos, ni todo es ficción ni todo es realidad, pero en este caso hay mucha intimidad, sí. Lee el resto de esta entrada

‘Afectos secundarios’ una obra que refleja la realidad emocional de una época

Fátima Casaseca se adentra en el mundo de los afectos de los personajes y sus lectores

afectosPor: Tania Baeza
Empecemos conociendo cómo nació la idea que dio vida a Afectos secundarios.

Quería explorar más a fondo el tema de los encuentros accidentales y los prejuicios, para bien y para mal, que tenemos todos, por muy abiertos y tolerantes que nos consideremos. Y no sólo entre los personajes de la novela. El propio lector, nada más empezar, se tiene que enfrentar a una cuestión complicada, rodeada de tabúes, y entrar en la historia condicionado por lo que piensa sobre el tema.

¿Qué le gustaría que sientan o piensen los lectores al acabar su novela?
Me gustaría que cerrasen el libro con buen sabor de boca, por supuesto.

Las protagonistas son 4 mujeres que representan distintos grupos sociales, que coinciden en una clínica abortista. ¿Qué decidió representar a tantos tipos de mujeres?
La intención era explorar hasta qué punto esas diferencias son importantes a la hora de la verdad. Entre ellas hay algunas muy privilegiadas y otras que, por sus circunstancias, han sufrido más, pero aquella experiencia común, tan íntima y tan desagradable, las iguala, las pone al mismo nivel. Y eso era algo que quería destacar.

Ahora toca la típica pregunta sobre la personalidad de los personajes, ¿alguna de ellas está inspirada en sus experiencias?
Todos los personajes, hasta los secundarios, tienen algo de mí. Lo bueno de la ficción es justamente eso, que te permite (y te obliga a) explorarte muy a fondo.
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‘El lector de novela bélica es muy exigente con los datos’

El escritor Daniel Ortega nos habla de su obra literaria, ambientada -en su mayoría- en la II Guerra Mundial

GAG

autor

Fuente: Daniel Ortega

Usted habla de transmitir sus propias sensaciones a los lectores como motor de su proceso creativo. ¿Cómo se consigue eso?
Creo que transmitir las propias sensaciones a los lectores es un tema complejo. Muchos escriben, pero no todo el mundo que cuenta una historia es capaz de transmitir emociones a quien sostiene el libro entre sus manos. Me considero un ávido lector, y siempre que me sumerjo de lleno en una obra literaria busco que el texto me haga vibrar, que me emociones, que me haga sufrir o esbozar una sonrisa. Por ello, intento que todo cuanto he absorbido en el proceso de documentación de mis obras (viajes, entrevistas, sesiones de búsqueda de información en archivos y manuales, etc.), llegue de algún modo al lector. Narrar historias en primera persona ayuda a ello, pues el lector pasa a ser automáticamente el protagonista de la obra y, desde las primeras páginas, se halla inmerso en sus experiencias. Cuando lo que cuentas lo haces empleando un narrador externo (o la tercera persona), me gusta que los personajes los adapte a sus expectativas el lector, pero también que los escenarios donde transcurre el hilo argumental sea también un protagonista más. El nivel de detalle, los sentimientos, la evolución de los personajes a lo largo de las páginas, son ingredientes esenciales para conseguir lo que me preguntas.

Su primer libro fue Berlín 1945: Mi diario de un infierno (2013), y tras ello hubo un paréntesis de 3 años en los cuales publicó otras novelas. ¿A qué se debió ese paréntesis?
En concreto el paréntesis solamente se produjo en la salida al mercado de la segunda parte de Berlín 1945 (Berlín 1945: Mis últimos días en el Tercer Reich). El proceso de documentación y planificación para redactar esta obra fue extenso y requirió un esfuerzo titánico. Aunque la línea argumental la tenía clara y esbozada, encajar todas las piezas de esta historia no fue sencillo. Quería que fuese una novela histórica de referencia para quienes están acostumbrados a leer este tipo de libros. Este nicho de mercado es muy exigente con lo que lee, no pueden existir errores ni datos que “cojeen” en los libros. Aunque mis obras sean novelas, siempre busco, además de entretener y emocionar, la vertiente divulgativa. La Historia también se puede hacer llegar a través de este género, si bien, a veces, con meras pinceladas para que luego el lector profundice por su cuenta en algún manual, en otras ocasiones me gusta detallar al milímetro cuestiones técnicas del armamento de la época, la forma de comportarse o hablar de los soldados, los vehículos empleados, etc.

En 2014 vieron la luz dos proyectos literarios totalmente distintos. El primero de ellos fue Vuelve conmigo. La historia de un viaje sin retorno (Editorial Dossoles), que versa sobre Isabel, una heroína atípica dentro de un mundo en guerra. En esta historia trato la experiencia real de esta mujer durante nuestra Guerra Civil (1936-1939), ambientada en el medio rural en su mayoría y en el sector “nacional”. Sin duda, un libro capaz de emocionar a quien lo lea, ya que hacer llegar al público este tipo de historias con personajes reales y situaciones reales le concede un plus de drama y realismo respecto a otras novelas. Otro título que fue publicado ese mismo año fue “Renegados de la Wehrmacht” (Afronta Editorial). Este libro, que narra las aventuras de un inimitable elenco de personajes durante la Segunda Guerra Mundial, pretende divertir, entretener y, a veces, hacérselas pasar canutas al lector. En 2017 vio su continuación con Burdel SS (Afronta Editorial); con más acción, situaciones arriesgadas, drama, la brutalidad del frente ruso, e incluso con una pizca de romance. Renegados de la Wehrmacht es un tributo que hago a esa literatura (demasiado olvidada a veces) que tanta repercusión tuvo en la década de los 60’s y 70’s, e incluso 80’s. Era un género, el bélico, respetado y del que millares de lectores disfrutaban en demasía. Hablo de un género que aglutinó a grandes autores como Sven Hassel, Karl von Vereiter (alias de Enrique Sánchez Pascual), Willi Heinrich, Remarque, Web Griffin o, entre otros muchos, James Jones. La lista es muy extensa y la obra de estos escritores, en algunos casos, muy prolífica y de calidad. Esta saga continuará con “Ofensiva Panzer” y, espero, muchos títulos más.

En Berlín 1945 se aborda el final de la segunda guerra mundial, pero desde una perspectiva poco abordada en novelas: el bando alemán como protagonista. ¿A qué cree que se debe esa falta de diversidad en la literatura bélica?
En primer lugar, añadir que, efectivamente, el bando alemán como protagonista, con datos sobre la mesa, es el que menos títulos tiene en el mercado. Insisto, los datos de publicaciones dentro del género bélico están a disposición de cualquiera y, seguro, quien los consulte se llevará más de una sorpresa. Ambas guerras mundiales cuentan con las potencias aliadas como vencedoras (Rusia, Inglaterra, Francia y Estados Unidos). Son innumerables los testimonios que han quedado plasmados en el papel de combatientes que lucharon al servicio de estos países. También las obras literarias (amén de películas y documentales) inundaron, inundan e inundarán el mercado. La cuestión es bien sencilla, puede sonar un tanto extraño, pero es así: ellos fueron los países ganadores y su historia es la que mayor repercusión tiene. Los vencidos, como siempre, pasan a un segundo término. En el caso de las naciones derrotadas en sendas contiendas mundiales, con Alemania como mayor exponente, también cuentan con numerosos autores que narran historias (reales o ficticias) de quienes participaron en las guerras más salvajes que ha conocido la humanidad.
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